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"Pedro, la historia jamás contada"
05/04/1995 por Modesto P. Montecchia - -
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Esta obra tiene el doble atractivo
de la densidad psicológica y la belleza literaria. Jesús María Silveyra,
en una mezcla de narrativa y ensayo, recrea uno de los sucesos más
caros a la cristiandad: la vida, pasión y muerte del apóstol Simón, pero
lo hace con un enfoque completamente nuevo.
Silveyra es
tal vez un escritor argentino poco conocido, pero vale la pena entrar en
contacto con la originalidad de su literatura.
En seguida se
advierte que su libro no es fruto de la improvisación sino resultado de
largos estudios y reflexiones. El texto fue adquiriendo forma a través
de viajes a Israel y Roma, siguiendo los rastros del santo en el propio
terreno de los hechos. Las glosas que incorpora hacen las veces de marco
al drama de ese hombre a quien Jesús convirtió en cabeza visible del
movimiento cristiano.
Jesús María
Silveyra actualiza la figura del personaje, vinculándola con nuestra
realidad, a medio camino entre la crónica histórica y la novela.
Con lenguaje,
libre y directo, no exento de poesía, recrea la fuerza espiritual del
personaje y, a la vez, le infunde carácter humano. Silveyra, quien
publicó en 1992 Los cuadernos de Stefan, reafirma sus notables
cualidades de escritor con este libro, sorprendente por su profundidad y
erudición, acerca de un tema poco frecuentado por la literatura
argentina.
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"Pedro, la historia jamás contada"
15/01/1995 por Horacio Carballal - Diario "La Capital"
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“La
piedra está dentro de cada uno de nosotros, esperando ser tallada". Con
esta frase se cierra este libro realmente singular en la literatura
contemporánea, una obra que, si viniera traducida del exterior y montada
en una efectiva estructura publicitaria, ocuparía en estos momentos el
primer lugar de los “best sellers" de ficción. De una ficción enraizada y
entroncada en la realidad histórica desde la Creación hasta la
actualidad, una ficción en lo que hace al tratamiento novelístico, pero
que en el fondo es una lucida y apasionante síntesis de la historia de
la humanidad.
El eje de la
narración es la biografía de Simón, hijo de Juan y tosco pescador de
Galilea al que Jesús dará el nombre de Khepas, Pedro, piedra, roca y
sobre el cual construirá su Iglesia (Tú eres Pedro y sobre esta piedra
edificaré mi Iglesia"). Poco importa que -según escribe Juan Pablo II en
“Cruzando el umbral de la esperanza”- , "como un hombre, quizás, no era
más que arena movediza". Un hombre de poca instrucción, simple y
temeroso que negará a Cristo tres veces y que, sin embargo, se entregará
totalmente a Él hasta dar su vida por amor en la cruz invertida.
A 20 siglos de
distancia de Pedro encontramos a Sensus, exitoso ejecutivo de una gran
empresa que ha descuidado a su mujer y a sus hijos en su afán de
triunfar en el campo de los negocios. La historia de este cristiano
escéptico se va dando en forma paralela a la de Pedro a medida que el
mahometano Alí va tallando la "piedra viviente" que le hizo comprar el
judío Miguel a Sensus. Mientras éste, en distintos lugares del mundo
comenta con hombres de diversas y hasta opuestas mentalidades los
sucesos actuales, Simón que escucha las conversaciones de su padre con
sus amigos judíos, hechas en base a citas del Antiguo Testamento, irá
creciendo, se casará y quedará viudo y, recibirá el mandato de Jesús:
"Sígueme. Yo te haré pescador de hombres".
Pedro a sabiendas y Sensus sin querer darse
cuenta están en la búsqueda de Dios. Pedro lo encuentra junto a Cesárea
de Filipo: “Tu eres el Cristo, el hijo de Dios vivo". Y morirá dando
testimonio de su fe en Roma. Sensus lo reencuentra después de visitar la
tumba del Apóstol y de participar en una misa celebrada en la basílica
erigida sobre esa tumba. Sin embargo no sabemos como seguirá su vida...
porque está vivo y tendrá que seguir tallando la piedra que está dentro
suyo (las únicas piedras vivientes somos los hombres).
Jesús María
Silveyra (nacido en Buenos Aires hace 40 años, licenciado en
Administración de Empresas y dedicado, hasta 1991, al Comercio
Internacional) ha cincelado una gran obra valiéndose de las palabras con
la misma maestría con que su personaje Alí maneja el cincel. Los
pasajes referidos a Pedro tienen acento bíblico, los que protagoniza
Sensus son escuetos y ágiles.
En ambos casos
se vale de frases cortas, a veces tajantes, tanto en los diálogos como
en la narración. No necesita planteos alambicados para calar en la
profundidad de la criatura humana y poner al descubierto su grandeza y
sus debilidades y, sobre todo, su sed de amor y la "nostalgia de Dios".
Conocedor de
las Sagradas Escrituras, Silveyra trabajó durante tres años en este
libro y visitó los lugares en los que transcurren las distintas
acciones. Desde ese punto de vista, podríamos decir que la suya es la
labor de un erudito, pero las relevantes condiciones del escritor hacen
que nos encontremos ante una auténtica novela en la aceptación de
Stendhal: “Espejo de la vida", de la ejemplar vida de San Pedro y de la
del desorientado Sensus (palabra que, como sustantivo, en latín
significa "sentido, sensibilidad”).
Si recurrimos a
la jerga de moda, hay que decir "Pedro - La historia jamás contada"
tiene varias lecturas. Lo cual se simplifica afirmando que es una
novela histórica (en el total sentido de la clasificación) que incita y
hasta obliga a pensar por su enorme contenido espiritual y humano.
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"Un pescador Galileo"
08/01/1995 por Bartolomé Vedia - Diario "La Nación"
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¿Cómo
dar una idea del contenido de este libro torrencial, impetuoso,
arrollador? Es, en gran parte, una novela biográfica: el autor nos
cuenta la vida de Simón-Pedro, el rústico pescador de Galilea que deja
de hundir sus redes en el lago de Genesaret para seguir las enseñanzas
de Jesús y hacerse pescador de hombres. El lector revive los avatares de
esa existencia excepcional y sigue paso a paso la trama de
acontecimientos que lleva a Simón a convertirse en el apóstol predilecto
y, más tarde, en Khepas, el hombre-roca sobre el cual se edifica la
Iglesia de Cristo.
Pero el
libro es también la historia de otra vida, mas próxima a nuestro tiempo:
la de Sensus, un hombre de negocios que en 1991 llega a Israel para
cerrar una operación de venta de tecnología agrícola y descubre, por
azar, una piedra misteriosa rescatada de las profundidades del
Mediterráneo. Un tallador, llamado Alí, ira desentrañando a golpes de
martillo, los secretos de la extraña roca.
Las dos
historias se van desarrollando en forma paralela a medida que progresa
el libro. Pero no tienen el mismo ritmo. La historia de Sensus avanza
trabajosamente y se va revelando de a poco, como un daguerrotipo que
tarda en encontrar sus bordes.
El otro
relato -el de Pedro- fluye, en cambio, con la fuerza de un río
caudaloso, bravío, incontenible. El lector s e deja arrastrar con gusto
por la narración, que combina equilibradamente lo real y lo subjetivo,
lo racional y lo místico, lo religioso y lo profano.
Las dos
historias parecen destinadas a no encontrarse nunca. Pero se encuentran:
los une una fuerza cósmica, recóndita, que traspasa los milenios y hace
que un hombre del siglo XX pose su pie sobre la huella de un galileo de
los tiempos de Herodes o de Nerón.
Con este
libro intenso, por momentos desbordado, sale a la luz, un escritor
argentino fervoroso y aguerrido: Jesús Silveyra. La obra es el fruto de
los pacientes trabajos de investigación que realizó en Tierra Santa y en
Roma. Mérito notable del autor es haber utilizado un inmenso caudal de
información antropológica y arqueológica sin quebrar en ningún momento
la fluidez y la frescura de su relato.
Pero el
valor más alto de Pedro. La historia Jamás contada reside,
probablemente, en su ceñida estructura narrativa, brillante y original.
Silveyra supo concebirla y ejecutarla con armoniosa y certera intuición.
El resultado es un libro singularísimo, que conecta el espíritu del
Evangelio con el pulso febril de la vida moderna. (489 páginas).
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