El flamante ministro de Economía, Amado Boudou (digo
flamante ya que antes de la muerte de Néstor Kirchner no tenía grandes
atribuciones), ha dicho que la inflación sólo afecta a las clases altas
y medias. Según cifras promedio de analistas privados, la inflación en
el rubro alimentos y bebidas ha sido del 3,8 % en el pasado mes de
octubre y del 33,2% en su medición anual (las cifras del INDEC no vale
la pena mencionarlas porque no sólo son irrisorias sino hasta graciosas,
como puede verse en el video de youtube:
http://www.youtube.com/watch?v=ITMiSwIJJsU que le recomiendo mirar al
ministro).
Esto, aparentemente, no le preocupa al señor Boudou
porque considerando sus expresiones, tiene una visión “clasista” de la
sociedad y sólo defiende a los pobres y marginados, como declama también
el Gobierno. Curiosamente, la clase baja es la que más sufre el
incremento de precios en los alimentos y bebidas, porque tienen un peso
significativo en la canasta básica, mal que le pese a Boudou y al
Secretario de Comercio, Guillermo Moreno, quien no ha logrado controlar
los índices de inflación de la Argentina (es el tercero más alto del
mundo, después de la República del Congo y Venezuela).
Por lo tanto, el ministro al hacer estas
afirmaciones, MIENTE sin vergüenza alguna, y no sólo lo hace ante sus
colegas economistas, sino, lo que es mucho peor, ante el pueblo en
general y las clases bajas en particular; en momentos en que la señora
Presidenta acaba de anunciar con bombos y platillos un nuevo descenso de
la tasa de desempleo, que nadie le cree, no sólo por la desacreditación
del INDEC que mide estos guarismos, sino por la realidad que vemos en
los grandes conglomerados urbanos, donde la pobreza crece y el desempleo
se ha convertido en el esclavismo dependiente de los planes sociales.
Como el Gobierno se la pasa diciendo que los
opositores sólo hacemos críticas sin hacer propuestas, le sugiero a la
señora de Kirchner y a su ministro, tomar la siguiente medida para
favorecer realmente a los más pobres y desposeídos en el tema que
estamos considerando: Reducir el Impuesto al Valor Agregado (IVA) para
los productos alimenticios del 21% al 6% (nivel máximo que existe en
muchos países europeos), cubriendo la diferencia en la recaudación
impositiva con la eliminación de los “subsidios a la vanagloria” del
oficialismo, y con el sustancial incremento en el cobro de derechos de
exportación que les está generando el aumento en los precios
internacionales de los granos. A título informativo para el ministro, la
soja aumentó más del 40% en los últimos cuatro meses. Si se mantienen
estos precios y siguen cobrando el confiscatorio nivel del 35% de
derechos de exportación, con una cosecha esperada de 52 millones de
toneladas, representarían cerca de dos mil millones de dólares de
incremento en la recaudación, sólo con la soja. ¿O ese incremento en la
recaudación lo van a utilizar para seguir alimentando la kirchnermanía,
la producción de programas de televisión que alaban al oficialismo a
costos exorbitantes, el pago con “planes” a la claque que asiste a cada
uno de los actos, los subsidios a ciertas “organizaciones sociales” de
dudosa representación y objetivos como el Tupac Amaru de Milagro Sala, o
las clases sobre cómo decir mentiras sin ponerse colorado para el
ministro de economía?
El señor Boudou debería pensar seriamente lo que
dice y lo que hace, porque enfrente no tiene 42 millones de estúpidos,
sino gente que debe comer todos los días de su vida y, por lo tanto,
sabe perfectamente que lo que dijo es una GRAN MENTIRA. Le recomiendo
al ministro recordar que sólo la VERDAD nos hará LIBRES porque, dado su
comportamiento, parece un esclavo del engaño.